Extinción o nacimiento
Mauro Salvador Bertone
“Cuando abrí los ojos, no sólo todas las luces se encontraban apagadas, sino además el cielo, los sonidos sigilosos dentro de la habitación e incluso los de las lóbregas calles; alguna parte de mi vida también lo estaba. Tal vez todo dormía, pero algo en mi interior decía que había muerto; quizá lo decía aquella porción dentro de mí también muerta. Es que cuando parte de uno o su totalidad mueren, creen llevarse consigo el resto de lo vivo. Aunque a muchos les parece ilógico o una mera falacia, considero que es así. Cuando uno muere se lleva consigo el cielo estrellado o nebuloso (apaga con uno los cielos); se lleva el sol y todos sus días; se lleva el canto del amanecer y el atardecer en sus silencios tan particulares; transporta consigo la risa tenebrosa de algún niño en alguna plaza; arrastra con su muerte los crepúsculos del día y la noche; carga sobre su trance las memorias y olvidos, siendo lo único que deja a disposición de los vivientes que soportan el recuerdo, su piel, la carne y los huesos temporalmente. Aquel muerto sabe que esa noche no volverá, que ya no amanecerá, que aquella risa del niño cesará inaudible por siempre y que las memorias no lo recordarán jamás. Aquel que muere se lleva consigo todo lo demás. Y yo me sentía muerto.”
Dicen que el autor lleva por nombre Mauro Bertone, también se dice que nació una noche de tormenta alrededor de 1986. Dedicó algo de tiempo y mente al estudio de las Bellas Artes y a la realización de guiones. En realidad no se sabe mucho de su historia y hay poco de ella; la única certeza es que su vida comenzó cuando usted inició la lectura de este libro.