El diario de una generación
Por Gustavo García – La Prensa, suplemento cultural (Domingo 19 de diciembre de 2010)
Comentario sobre la novela de Albino Gómez, El profesor y la alumna
Las formas de abordar la historia suelen ser diversas, menú amplio a gusto del escritor y el lector de turno. Albino Gómez eligió el sendero de la ficción para recorrer a través de su obra algunas décadas más relevantes de la vida política nacional.
El profesor y la alumna es una novela, pero bien pudo haber sido un ensayo. El autor conoce el paño de la escritura y bien lo demuestra en páginas amenas y didácticas que permiten asomarse al balcón del tiempo desde una mirada desacartonada, pero no por ello exenta de rigor histórico.
La calidad del relato es algo asegurado en este caso, por lo que cobra mayor trascendencia la estructura misma de la obra. El autor se desplaza en el tiempo, y en ese ir y venir termina por componer el escenario político y económico de la época.
Corre el año 1972, prólogo de una oscura etapa en la Argentina, y Carlos Alberto Tovar –juez y docente universitario- decide viajar a Mar del Plata junto a su joven amante y alumna, Raquel Estévez. En el trayecto comienzan a leer los diarios personales que el abogado escribió en su juventud.
Desfilan a lo largo de la novela figuras de la talla de Juan Domngo y Eva Perón, Alfredo Palacios, Adolf Hitler, Karl Marx, y movimientos ideológicos como el socialismo y el fascismo. Pero el debate no se reduce a la política, también el machismo y feminismo son tema de análisis, presentados como caras de una misma moneda.
Curiosidades de estilo, Gómez no utiliza el diálogo directo sino que lo incorpora al párrafo, separando el intercambio mediante puntos suspensivos. Un recurso que en nada altera la eficiencia de la narración a la hora de ir trenzando ficción e historia en una trama que gana interés con el corer de las páginas.